El pasado 10 de octubre, el periodista de Teleamazonas, Freddy Paredes, recibió una pedrada en su cabeza por un desconocido, luego de salir del Ágora de la Casa de la Cultura, donde minutos antes cubría una concentración del movimiento indígena que se ha plegado desde hace ocho días al paro nacional.
En videos que circulan en redes sociales se ve claramente el momento en el que el periodista camina por la avenida Patria, escoltado por un dirigente indígena, cuando es hostigado por manifestantes, quienes lo insultan, lo amenazan y le gritan “prensa corrupta”. Minutos después se observa al comunicador tendido en el piso con sangre en su cabeza. La ambulancia llegó al sitio y le brindó primeros auxilios.
Sebastián Corral, director del medio televisivo, aclaró que Paredes se encuentra estable, pero muy golpeado. De hecho tiene una fractura en la clavícula y una contusión en la cabeza con herida abierta.
“Teleamazonas está hablando con los abogados para de forma inmediata poner una denuncia en la Fiscalía, pues evidentemente esto es un intento de asesinato”, aseguró Corral.
Freddy Paredes, quien salió de la casa de salud en la noche, mencionó que su trabajo es informar y que, en esa línea, él y los demás periodistas tienen una posición neutral frente a la coyuntura actual. “Quiero responsabilizar a la alta dirigencia de la CONAIE, al señor Jaime Vargas por la seguridad mía y por la seguridad de todos los periodistas que estamos cubriendo las manifestaciones y este paro (…)”, aseguró.
El hostigamiento contra el reportero y el canal al que pertenece inició en la mañana cuando la dirigencia indígena, concentrada en el Ágora de la Casa de la Cultura, exigió a Teleamazonas y a otro canal local transmitir en vivo y en directo las demandas de su movimiento al Gobierno. Principalmente, le piden que se derogue la medida que elimina el subsidio a la gasolina.
Durante varias horas Paredes y al menos 25 periodistas más permanecieron en el ágora. Muchos de los comunicadores consultados por FUNDAMEDIOS aseguraron que fueron amenazados e impedidos de salir del sitio, pero otro grupo de periodistas afirmó que nunca fueron agredidos y estuvieron en la cobertura sin ser obligados.